lunes, 19 de marzo de 2012

CONTENCIÓN EMOCIONAL INTERNA POST CRISIS

Sergio Vargas M. / Ramiro Castro C.
Socios Consultores
Comunicación Corporativa y Gestión de Crisis Organizacional
Global Business Comunicaciones / Emergency Response Consulting

 
El significado y los alcances que las personas al interior de las empresas  otorgan a la experiencia de vivir, y particularmente al participar en forma directa en una crisis de imagen pública, se desplazan de manera pendular encontrando en un extremo situaciones que podemos categorizar como de anormalidad y presión, dado que hablamos de una irrupción al normal funcionamiento de la empresa, y que por definición puede calificarse como un “fuera de control”, en especial cuando la prensa termina haciendo público el conflicto desatado.

En esta misma línea de pensamiento, encontraremos que en el otro extremo, estas mismas personas pueden llegar a  vivir una experiencia de un perfil mucho más límite, vale decir; lidiar con situaciones de gran apremio desde el minuto uno y en las que el resultado final, puede arrojar saldos muy negativos partiendo por nuestros empleados trabajando bajo una condición de estrés, derivado de lidiar con situaciones trágicas como personas fallecidas y familiares directos en shock, una vez que los contactamos e informamos de la tragedia y de sus alcances.

La contención emocional en los programas de crisis, se articula, en la mayoría de los casos desde el trabajo con víctimas sobrevivientes, personas afectadas y en consecuencia, con sus familiares. Lo anterior es una acción correcta e imprescindible de desarrollar, para evitar una segunda crisis proveniente directamente de estos grupos, permitiendo a los medios de prensa mantener y prolongar la noticia, incorporando a ésta, un tinte más emotivo, atributo genético de un tipo de prensa y noticias.

Pero, ¿Qué pasa con las personas que integran  los Team de Crisis, que normalmente son empleados comunes sin mayor preparación, y que deben trabajar y enfrentar situaciones de alto impacto?

Habitualmente la problemática se presenta en equipos que no poseen entrenamiento en temas de Manejo y Gestión de Crisis y tampoco de Manejo y control Emocional, debido a que son “ellos” los que deben enfrentar el problema como responsables directos, y quienes deben reordenar  esta disrupción organizacional, donde inevitablemente deberán convivir con el estrés de enfrentar la crisis, y los múltiples alcances que esta va generar.
En especial, al saber que se está trabajando por recuperar a heridos y proceder según establece la legislación vigente con los fallecidos, todo lo anterior, conformando un contexto de riesgo para la imagen de la compañía frente a la sociedad.

Por lo anterior, los ribetes que toma una crisis con personas afectadas directa e indirectamente, harán que una vez que baje la presión y se reintegre parcialmente la homeostasis de la empresa, experimenten síntomas de depresión y desasosiego, los que en muchos casos, sabemos no son aislados, sino que alcanzan niveles más sistémicos al interior de la organización.

En este contexto de post crisis, es fundamental que la organización disponga de un trabajo de reordenamiento emotivo post traumático, enfocado a hacer conscientes a quienes han participado y enfrentado situaciones de mucha tensión y compromiso emocional, en orden a resemantizar ese proceso a integrarlo como una experiencia de apoyo valioso y de aprendizaje organizacional, pues de lo contrario, las consecuencias y el impacto que estas experiencias pueden provocar en las personas, es de un diagnóstico con tendencia a generar cuadros depresivos, con signos que variarán desde la falta de concentración y reconexión con sus tareas y metas regulares, hasta la incapacidad de poder trabajar por un tiempo, provocando un desgano en la inserción social y la relación con su entorno.

En esa perspectiva, es altamente necesario, que se le permita a cada uno de ellos, disolver esta experiencia a través de programas especiales de manejo pots-traumático, e incluso a través de tratamientos que permitan la reflexión y la contención de impulsos autodestructivos conducentes finalmente a la accidentabilidad laboral.

Las acciones recomendables, para trabajar en la Contención Emocional Interna post crisis deben ser aplicadas de manera inmediata, con la finalidad de dar un “primer alivio” a cada integrante. Normalmente, se trabaja a nivel grupal y una vez finalizada cada situación estresante, permitiendo desarrollar una sesión de coaching, la cual permite desarrollar un debriefing emocional, en el que se busca “desprenderse” de sentimientos, culpas y cargas, y así permitir un mejor retorno al seno familiar, muy fuera del círculo de su trabajo.

De existir una huella post traumática más profunda, se sugiere tratamiento y monitoreo con un especialista en terapia clínica, que permita un proceso de recuperación en los tiempos de que cada persona pueda requerir.

La finalidad de la Contención Emocional, es poder resolver y articular a través de distintas alternativas y dinámicas, en pos de explorar y evaluar, hasta lograr que los procesos individuales y colectivos de quienes han vivido una experiencia de este tipo durante una Crisis, les permita integrar esta experiencia en forma positiva y con ello, puedan progresivamente reenfocarse en sus tareas y responsabilidades al interior de la empresa, y en su cotidianeidad. 

jueves, 15 de marzo de 2012

Chile 2012: Agitación y Demanda Social, Una Amenaza a la Operación de las Organizaciones


Después de algunos meses de vacaciones, el regreso a la normalidad de Marzo, trae consigo, la reactivación de eventos sociales y nuevas demandas regionales, sindicales, educativas, y con ello los atentados de imagen pública a ciertas organizaciones y empresas.  Los atentados explosivos a instalaciones del sector financiero y otras empresas,  entre otras, nos da como referencia que este año a nivel social, estará marcado por las demandas sociales y en algunos casos por la paralización de las faenas operacionales.

A nivel político, se nos presenta a fin de año, un escenario con elecciones municipales, las cuales pueden llegar a tensionar al ya dinámico 2012, encauzando las proyecciones con vista a las elecciones presidenciales del 2014.

Entre medio y por lo que se prevé, este año estaremos cruzados de nuevas aplicaciones en el marco del control de normativas, nuevas regulaciones, elaboración y discusión de nuevas leyes, y por ende, un mayor control del Estado, principalmente hacia las Empresas.

Si bien es cierto, en los eventos más traumáticos ocurridos en el último tiempo, ha sido el Estado quien ha tomado la dirección de la respuesta, participando y coordinando activamente en ésta, son las empresas las que deben desarrollar la capacidad de demostrar su nivel de reacción, organización y responsabilidad ante estos eventos. Actualmente, las empresas que no han asumido su rol y responsabilidad, han ido  experimentando el ajuste y en algunos casos, el cierre de sus operaciones.

Por otra parte, la participación de la comunidad ante la ocurrencia de eventos traumáticos y de alto impacto, sin mediar explicación, y/o esperar una aclaración y los resultados de un proceso de investigación, actualmente enjuicia de manera inmediata a través del uso de las redes sociales, y de cualquier otra forma de manifestarse, afectando directamente la imagen de marca y minimizando sus atributos de valor. Iconos de estos ejemplos en el último año podemos encontrar en industrias como en retail, transporte, farmacéutica, minería, e incluso, Gobierno.

Estas dinámicas sociales nos sugieren que es razonable evaluar nuestra posición como organización ante la ocurrencia de un evento que discontinúe nuestras operaciones y peor aún, impacte los atributos de valor de nuestra imagen corporativa, por lo tanto, es razonable preguntarnos, sí  ¿Estoy realmente preparado y organizado para enfrentar una potencial amenaza?, ¿Mi equipo de gerentes, está preparado y con roles y funciones claras y definidas?, ¿Tengo definiciones, políticas y alcances claros para enfrentar una crisis?, ¿Dispongo de un lugar a utilizar como Centro de Crisis con el mínimo de equipamiento?

De acuerdo a lo comentado, tiempo atrás en uno de los artículos publicado en mi blog http://emergencyresponseconsulting.blogspot.com, era necesario conocer el cómo y qué debían hacer las organizaciones para diagnosticar sus escenarios más críticos a través de la elaboración de un Mapa de Riesgos, con la finalidad de preparar la  respuesta para cada uno de ellos, a través de la elaboración de su Plan de Continuidad de Negocios a nivel Estratégico, y su Planificación de Manejo y gestión de Crisis a nivel Operativo.

Lamentablemente para algunas organizaciones, la conocida frase: “…se nos viene marzo…” es un hecho, y el 2012, será un año con marcada agitación social, por lo que; la recomendación va en el sentido de organizarse para que cuando venga el golpe, nos sorprenda medianamente firmes.

Esto les permitirá a organizaciones y empresas enfrentar la Crisis, minimizando las pérdidas de recursos, y mantener (aunque a un nivel menor) la continuidad de su negocio.

De esta manera, es sensato sugerir el silogismo que una correcta y oportuna preparación, agregará valor a su negocio, lo diferenciará de su competencia y se revalorizará ante sus empleados, clientes y proveedores. De esta manera podrá, en caso de vivir un evento inesperado, intervenirlo minimizando sus impactos a nivel operativo y de desvalorización de su imagen.