martes, 20 de diciembre de 2011

MANEJO Y GESTION DE CRISIS EN SU PLANIFICACIÓN ANUAL, ¿DESARROLLO PROPIO O EXTERNALIZACION?


Conscientes del impacto que genera una Crisis en una Empresa, ¿Por qué las organizaciones normalmente no contemplan el desarrollo o externalización de este tema dentro de su Planificación Anual?



Hace un tiempo atrás, y aprovechando las bondades de internet y de los grupos de debate que se desarrollan al interior de éste medio, plantee el tema que inicia este blogg. 
Después de algunas horas, ya existían muchos aportes que en gran medida y si bien es cierto estaban alineados con la pregunta, muy pocos fueron realmente asertivos en su respuesta, atacando directamente el tema de fondo.

Como idea fuerza podríamos indicar que las organizaciones debieran tener una herramienta (PLAN) con los requerimientos mínimos que permitan facilitar la respuesta a una crisis.
También podemos decir, que normalmente las empresas no consideran en su horizonte el desarrollo de una planificación para enfrentar crisis, porque piensan que esto no les va a suceder, y que sólo le ocurre a la competencia o a otras industrias (INTOCABILIDAD).

Entonces, para poder desarrollar  esto siempre es necesario determinar los factores riesgos (MAPA DE RIESGO), a fin de poder identificar con anterioridad cuáles podrían ser las posibles causas que podrían desencadenar en una crisis. El poder identificar de dónde proviene y qué las origina, permite a la Dirección de la Empresa tener una evaluación distinta de los riesgos que  enfrentan. En este caso, el poder realizar una revisión a los procesos complementado con una mirada externa, es decir una asesoría, ayudaría a dar mayor precisión respecto de los problemas y de cómo superarlos.

Sabemos, que predecir las crisis, es un ejercicio prácticamente imposible, por lo tanto el desarrollar una planificación que aborde este tema, permite minimizar el riesgo de ocurrencia y de ocurrir, facilita la respuesta a través de una organización preparada.

Como nota curiosa, uno puede observar que desde la ingeniería llevan décadas trabajando  en la mantención preventiva, no como una nueva moda de la Ingeniería, sino como un pilar fundamental de las normas correctas de producción.
Por otra parte, los Economistas llevan décadas diciéndonos cómo prevenir los abates de una crisis y como mitigar sus consecuencias.
Entonces, ¿son acaso estos conceptos tan difíciles de desarrollar e implementar?

Lo cierto es que, la probabilidad de ocurrencia de las crisis corporativas está siempre presente. Cabe precisar, que la experiencia indica que ninguna crisis es igual a otra, por lo que las reglas exactas no existen y por lo tanto, es necesario trabajar en la identificación de los procesos riesgosos, a fin de desarrollar una planificación que permita que estos sean procesos limpios y seguros.

Por ello,  cuando nos vemos enfrentado a una crisis corporativa de imagen pública, es nuestra planificación, conocimiento y entrenamiento de la misma, lo que nos da lineamientos claros y orienta para una acertada toma de decisiones.

Como sabemos,  posteriormente ocurrido un evento, la identificación y definición de las causas y sus orígenes, nos entregará un aprendizaje que permitirá minimizar la probabilidad de riesgo de que vuelva a ocurrir (RECURRENCIA).

  Es sin duda relevante,  poder aprender  de las experiencias vividas en este campo, y definir la asignación de roles y los protocolos necesarios para enfrentar futuras crisis de imagen pública. Lamentablemente esto último, no ocurre en las empresas y organizaciones, porque están más preocupados de levantarse (mirando hacia atrás), que salir fortalecidos y preparar el futuro (RESILIENCIA).

En conclusión, puedo afirmar que una planificación desarrollada con anticipación, difundida y conocida, y además entrenada, permitirá a las organizaciones estar preparadas para enfrentar sus escenarios más difíciles, permitiendo responder a sus empleados y la comunidad, protegiendo su marca, asignando eficientemente los recursos y recuperar con prontitud su continuidad operacional.

Entonces así como, anualmente se asignan presupuestos para el desarrollo de sus planes de Marketing, Ventas, Seguridad y Prevención de Riesgos, y otros, creo necesario cargar al presupuesto anual una asignación que permita el desarrollo de la Planificación de Gestión y Manejo de Crisis de Imagen Pública, y de la Respuesta a Emergencia.

En este línea de pensamiento, la posibilidad de externalizar esta función es una opción bastante atractiva, si consideramos que quienes consideremos para esa tarea, sólo debe dedicarse a pensar y planificar las acciones centradas en reducir tales espacios de incertidumbre, dejando a la empresa ocuparse de los asuntos del día a día, que bastante tiempo consumen.

Como sea, dentro o fuera de la organización, no cabe duda que las empresas y organizaciones debieran ser capaces de enfrentar y desarrollar prácticas de prevención y mitigación de una crisis y del impacto que esta puede causar a la continuidad del negocio y a la imagen y marca de las mismas.