martes, 22 de mayo de 2012

Crisis en las Empresas, ¿Algo fortuito?, o ¿Crónica de una muerte anunciada?




Cada vez que trato de hilar ideas, busco en los eventos noticiosos recientes si existe algún caso que pueda alimentar esta columna. Curiosamente siempre encuentro algo que aporta a la idea, sean por eventos nuevos, como eventos en desarrollo y que son parte de un proceso de investigación, que a medida que se profundiza, aparecen nuevas declaraciones y nuevos descubrimientos que hacen girar la brújula en todas direcciones, incrementando aun más la Crisis al interior de la empresa u organización afectada.

Es por este motivo, y sin caer en identificaciones y/o descalificaciones de empresas, organizaciones y menos Instituciones, que puedan desperfilar la consulta inicial que da origen a esta columna, creo prudente desarrollar esta idea. Veamos.

Todos estamos conscientes que las operaciones y giros de cada empresa, organización y/o Institución, esta afecta a sufrir algún evento que afecte directamente a sus normales operaciones. Lo normal, es que estos eventos debieran estar plenamente identificados en el respectivo Mapa de Riesgo, con la finalidad de desarrollar e implementar barreras que alejen o protejan la probabilidad de ocurrencia de éstos al interior de mis operaciones.

Ahora, aún así, existe la probabilidad clara de que “algo” va a ocurrir, en “algún” momento, y esa es una verdad insoslayable que acompaña permanentemente a la planificación estratégica, y que debe estar siempre en la mira de los ejecutivos y/o directivos.

Es por esto, que cuando reviso los últimos eventos ocurridos tanto a nivel nacional, como en la región me he podido dar cuenta, y lamentablemente confirmar, que la mayoría de las respuesta se da en base a la improvisación y una vez que las empresas se ven enfrentadas a los eventos, reflejando una gestión y respuesta pobre, sin base y menos, fundamentos.

Si bien es cierto la posibilidad fortuita existe (ojalá siempre las crisis tuvieran este origen), los eventos del último tiempo indican que las organizaciones conocían con anterioridad que el riesgo estaba presente y que la probabilidad de ocurrencia de una crisis estaba tomando forma, y  que en algún momento iba a “explosionar” con las consecuencias ingratas (a veces injustas), que todos conocemos.

Curiosamente aun conociendo el desarrollo y estado de avance de estas, la respuesta siempre estaba focalizada a “parches” momentáneos y sin mayor profundidad: Comunicados superficiales (que pocos creen), explicaciones técnicas (que pocos entienden), omisión de la opinión y el acercamiento con las comunidades afectadas (que rara vez consideran), omisión de presencia de la marca en Medios de Prensa (TV, Periódicos y radios), entre otras.  En el fondo, la respuesta apuntaba a tratar de “tapar el sol, con un dedo”.

Lamentablemente lo que sucede y revienta en su  momento era nada más y nada menos que una “Crónica de una muerte anunciada”, provocando una tardía respuesta, un desprestigio entre sus clientes, una pérdida de confianza con la comunidad, y la pérdida absoluta de confianza de parte de las autoridades controladoras.
,
Ahora no todo está perdido, y sí tengo claro una cosa y es que, desde la Crisis se pueden forjar nuevos valores, empujando a un reposicionamiento total de la organización.

La pregunta es ¿Cómo?, y la respuesta puede estar contenida en cómo maneja la actual crisis presente, el aprendizaje y experiencias adquiridas, y por cierto, la implementación de un correcto y buen Sistema de gestión de Crisis.

Dejemos entonces que en adelante las crisis sean solamente un caso fortuito y no una crónica de una muerte anunciada. Todos tiene la posibilidad de hacerlo, solo falta la voluntad de iniciar un cambio.